Vino, poesía y tabaco…
… Hacen al hombre flaco. Otra paráfrasis –a próposito del maese Baudelaire– agregaría “para no ser esclavos martirizados por el tiempo”. Ah, los vicios son espejos, caballos pura sangre pateándole el culo a las imposiciones cotidianas. La mujer es poesía es vicio.
¡Así fue, es y sea!
As: Volver – Carlos Gardel.
Atte: Juan Ramón Velázquez Mora.
Ni que lo diga Gardel.
Sin televisión y sin cerveza Homero (Simpson) pierde la cabeza.
La santísima trinidad.
y las mujeres viciosas?
Doble placer.
la mujer viciosa a más vicios lleva
Cruda verdad.