Sin City + ballet + Monica Bellucci + WW II
Aunque las variables de esa ecuación bien podrían hacer pensar en cómo un soldado italiano en el frente, durante la Segunda Guerra Mundial, logró librar a la muerte para tener a la hija más hermosa del Mediterráneo –entre mafia siciliana y una madre frustrada que nunca pudo debutar en el ballet Los Cascanueces de Tchaikovsky (¡inhalo!)–, en realidad es un resumen de la jornada onírica de la última madrugada.
En algún momento me hallaba en una casona abandonada en la que se celebraba un rave del fin del mundo y me enfrentaba a un grupo de mujeres estilo Sin City, harto sexosas, violentas y armadas con gruesos calibres. No fue fácil librar a la muerte luego de dispararle a más de una… En otro momento me hallaba en otra década cubriendo la filmación de una película mexicana en alguna isla griega; luego de platicar con un actor o actriz de la época de oro cuyo nombre no recuerdo, me encontré platicando con Monica Bellucci, quien me presumía sobre el “interesantísimo” director francés con el que trabajaba en ese momento. Pensé “qué mamona”, pero a la belleza se le perdona casi todo… En otra secuencia, revisaba un dummy de una edición especial sobre las mejores batallas de la Segunda Guerra Mundial, misma que causaba algo de enojo en mi persona: ¡muchos errores! Al final de estos recuerdos oníricos, mi madre, mi hermano, mi hermana y yo nos topábamos con una maestra de ballet que, severa pero gustosa, explicaba a las damas de mi familia las cualidades físicas mínimas que se requerían para estudiar tal disciplina; yo las imitaba como en broma, incluido mostrar el dedo gordo del pie abierto a 45 grados; la maestra acabó por decir que yo era más apto para la práctica del ballet que mi propia hermana…
En una ecuación distinta, quizás sea preferible una ópera sobre el bombardeo de la Luftwaffe a Londres en la que la soprano Monica Bellucci descarga, sobre el público asistente, su Fucile Mitragliatore Breda Modello 30. Se cierra el telón.
el pelucci de Monica Bellucci
Ojala que no vistiera la entallada indumentaria propia del ballet. No pude abrir el link de opera, no se porque sera. Ah, Bellucci realizando una operacion a corazon abierto sobre un viejo centauro en las Islas Marias.
Parece que todavía sigue viva, debe tener pacto con el Diablo. O al revés.
Una gore-pera Rock
El Gori Guerrero vs. las hijas de Amalia Mendoza.