Invite a cenar a su jefe
Dígale adiós al asco, no le haga caras a ese paté de hígado de puerco cubierto de una espesa crema de leche de rata… Y anímese a servirlo como entrada –y salida– cuando invite a cenar a su jefe. Para que su plan de ser despedido para dedicarse (¡por fin!) al cultivo de orquídeas se vuelva realidad, adquiera la vajilla con pelo incluido de los diseñadores franceses de Atypyk.
Para asegurarse de que su estimado jefe reviente contra usted antes de llegar al postre, adquiera también el plato con dedo rebanado para resposar el cuchillo. Bon apetit!
Nota: la invitación a cenar puede extenderse a suegras, cuñados, jefes delegacionales…
Planearé una cena para mi jefe y será elegante comilona con lenguas como corbata y zapatos de piel de gato atropellado
Quiero una de esas corbatas.
«Dígale adiós al asco, no le haga caras a ese paté de hígado de puerco cubierto de una espesa crema de leche de rata…»
Involuntariamente, maestro, describió perfectamente a muchos jefes.
Creo que invitare al parroco de mi comunidad e incluire a un par de tios mamilas que tengo. Sopa de pie con hongos como segundo plato.
Perded el asco.
Yo invitaría también al pseudonovio de mi mejor amiga…
Sírvelo doble.