De las ratas será el reino de los cerdos
Anoche vi un documental sobre las supuestas super ratas de Nueva York; nunca hallaron una mayor a 25 centímetros, pese a que varios testigos aseguraron haber visto algunas del tamaño de un gato. El ancestro roedor de mayor tamaño vivía en lo que hoy es Uruguay, medía 3 metros y pesaba cerca de una tonelada: imaginen uno de estos amigos en un mercado a las 2 de la tarde…
Hacia 1991 fui al extinto rastro municipal de Texcoco con un primo y el entonces púber y nada famoso Jorge Poza a matar ratas. No he vuelto a ver un lugar tan presto para hacerla de hogar, sulfuroso hogar, del Diablo; en la entrada –sobre una mesa de concreto manchada de sangre a la Jackson Pollock– colgaba del techo una enorme sierra eléctrica; este matadero era considerado el segundo peor de México por su escasa higiene y notable crueldad para sacrificar animales. Por las vigas de los techos se veían correr ratas enormes; “¡parecen conejos!”, decíamos. El chillido de los cerdos provenía –en ocasiones– de los mordiscos de las ratas; en el centro del patio una enorme pila de intestinos era administrada por un perro que se encargaba de depositar ahí los restos de reses y otras viandas futuras; el can hacía lo mismo con las ratas que matábamos… Pero no era sencillo aniquilarlas, algunas soportaban dos o tres municiones y huían por un agujero. Fue una experiencia inolvidable.
“I come as a rat” dice una canción de Modest Mouse, ¿así se presentará Dios –o Satán– el día del Juicio Final? No lo sabemos, pero el miedo y asco casi natural a estas criaturas se ejemplifica con belleza en la versión animada de El flautista de Hamelin, cortesía del maestre checo Jiri Barta… Aunque para algunas religiones las ratas son sagradas.
Nada es sagrado.
Todo es sagrado.
Maestro Limbo 
Yo le dispararía a las ratas de dos patas y los dejaba en un rastro para que se vendan en un súper mercado y todos coman carne previamente marinada en el séptimo mandamiento
Punto extra para el juicio final… Nubes de queso para los hambrientos.
quien es Jorge Poza ? que chingon matar ratas yo lo que hacia de morro era colgar lagartijas de la cola en el tendedero pero no se que paso (o mas bien no quiero acordarme) que ya le saco la vuelta a esos seres
Ahora es actor… Una vez, con el mismo primo, revivimos una lagartija con una carga eléctrica.
Gran anécdota, mejor que cualquier videojuego en que se matan zombies con escopetas.
Al menos más real, lo repetiría como antiestresante.
A eso de las 2am ,en el lugar donde antes trabajaba (Wal-Mart) una vez perseguí una de gran tamaño, que parecía tlacuache. Cuando estaba apunto de lograrlo que se voltea y se pone en dos patas abriendo el hocico de forma amenazante como diciendo: «A ver,tírale pendejo». Confieso que sentí mello, no fuera que ya encabronada deletreara mi nombre.
El corazón de los cerdos es el más parecido al de los hombres. El de las ratas, al de la mujer. Latiendo a velocidades inalcanzables por ninguna munición.
Ley universal… Harto inteligentes las perras ratas. Son como seis especies animales en una.