Azar al cien por ciento
Llama la atención de maestro limbo el reportaje que publican en la edición de septiembre de la revista Wire sobre un músico francés llamado Ghédalia Tazartès, poco conocido (no tenía idea de su existencia), hasta cierto punto enclaustrado en un departamento que es una especie de caja de Joseph Cornell gigante y, como señalan en la entrevista, un imagen de lo que representa su música, lo cual hace aun más antojable escuchar a este personaje que se atreve a decir “My music is 100 per cent chance”. Tal afirmación hace recordar la inocencia de los surrealistas de los años veinte cuando creían ciegamente en la escritura automática. El azar, esa dama de mil ojos incluidos los de las plantas de los pies, es incorregible pero no actúa irracionalmente por completo. ¿Por azar se llegará al mar?
Yo quiero carne para azar.
El azar, ¿es casualidad o causalidad?
¿Los planetas colisionan por obra del azar?
¿El shuffle del iPod es cosa del azar?
El shuffle es un instrumento de autoanálisis, parafraseando a los de Kraftwerk. Carne para azar, frase justísima.
por azar nací en Tampico Hermoso…
por azar llegué a la playa entonces…
Unos argentinos para fumar en la playa.
El azar huele bien.
Oh no… ese es el azahar… pero yo digo que el azar huele bonito también.
La verdad es que el azar no me gusta, a menos que sean las respuestas a una pregunta muy difícil de examen. Cuando he dejado las cosas al azar, me han salido pésimas la mayoría, prefiero llegar al mar conciente y pacientemente. Es que de veras, el azar no me gusta…
Pero puede evadirse, hay que sacarle provecho mental. Sólo una vez saqué 10 contestando un examen de química al azar.
Abel es Al Azar